"Me
enseñó el viejo Antonio, que uno es tan grande como el enemigo que escoge para
luchar, y que uno es tan pequeño como grande el miedo que se tenga; elije un
enemigo grande y esto te obligará a crecer para poder enfrentarlo. Achicar tu
miedo porque si él crece, tú te harás pequeño; me dijo el viejo Antonio una
tarde de mayo lluvia, en esa hora en que reina el tabaco y la palabra. (...)"